Es necesario el cierre de las bases militares que en primer lugar hacen posible una presencia armada en Afganistán
Explicaciones de voto - Miércoles 18 de enero de 2006 - Estrasburgo
Tobias Pflüger (GUE/NGL), por escrito. (DE) Lo más sorprendente de la resolución común de esta Cámara sobre Afganistán es que no contiene ni una sola palabra de crítica a las operaciones militares occidentales. En su lugar, esta refrenda la operación de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN y la denominada «guerra contra el terrorismo» que adopta la forma de la «Operación Libertad Duradera» (OEF). Dista mucho de ser suficiente que los Verdes se limiten a solicitar la separación de las estructuras de mando de la ISAF y la OEF, ya que en sus operaciones sobre el terreno son inseparables.
La extensión de la misión de la ISAF hacia el sur de Afganistán, en lo que es más evidentemente una zona bélica, con el consecuente aumento de la implicación en la guerra, hará que las cosas empeoren. La importante presencia de las tropas europeas en este país tendrá el efecto de aliviar la presión sobre las tropas estadounidenses y por lo tanto sobre las fuerzas de ocupación en Iraq.
Asimismo es necesario el cierre de las bases militares que en primer lugar hacen posible una presencia armada en Afganistán, especialmente la base militar alemana de Termez en Uzbekistán, a través de la cual pasan todas las tropas enviadas para su estacionamiento en Afganistán. Lo que es escandaloso de la colaboración con Uzbekistán es el hecho de que dicho país esté bajo un régimen autoritario, el cual concretamente es responsable de la masacre de Andizhán. El cierre de las bases militares en Afganistán debería haberse materializado hace tiempo a consecuencia de la última infracción del derecho internacional: el bombardeo de una aldea en Pakistán por parte de unidades de la CIA.
Tobias Pflüger (GUE/NGL), por escrito. (DE) Lo más sorprendente de la resolución común de esta Cámara sobre Afganistán es que no contiene ni una sola palabra de crítica a las operaciones militares occidentales. En su lugar, esta refrenda la operación de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) de la OTAN y la denominada «guerra contra el terrorismo» que adopta la forma de la «Operación Libertad Duradera» (OEF). Dista mucho de ser suficiente que los Verdes se limiten a solicitar la separación de las estructuras de mando de la ISAF y la OEF, ya que en sus operaciones sobre el terreno son inseparables.
La extensión de la misión de la ISAF hacia el sur de Afganistán, en lo que es más evidentemente una zona bélica, con el consecuente aumento de la implicación en la guerra, hará que las cosas empeoren. La importante presencia de las tropas europeas en este país tendrá el efecto de aliviar la presión sobre las tropas estadounidenses y por lo tanto sobre las fuerzas de ocupación en Iraq.
Asimismo es necesario el cierre de las bases militares que en primer lugar hacen posible una presencia armada en Afganistán, especialmente la base militar alemana de Termez en Uzbekistán, a través de la cual pasan todas las tropas enviadas para su estacionamiento en Afganistán. Lo que es escandaloso de la colaboración con Uzbekistán es el hecho de que dicho país esté bajo un régimen autoritario, el cual concretamente es responsable de la masacre de Andizhán. El cierre de las bases militares en Afganistán debería haberse materializado hace tiempo a consecuencia de la última infracción del derecho internacional: el bombardeo de una aldea en Pakistán por parte de unidades de la CIA.
Tobias Pflüger - 2006/07/10 14:34
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