El escandalo 20 años después del desastre de Chernóbil
Explicaciones de voto - Miércoles 15 de marzo de 2006 - Estrasburgo
Tobias Pflüger (GUE/NGL), por escrito. (DE) Es escandaloso que 20 años después del desastre de Chernóbil, dos tercios de los diputados sigan apoyando el uso de la energía nuclear votando a favor de la resolución sobre la Estrategia de Lisboa. La energía nuclear sigue siendo una tecnología de alto riesgo con consecuencias incalculables.
El aumento del uso de la energía nuclear viola los derechos fundamentales y agrava irreparablemente las condiciones de vida de las generaciones futuras. La extracción de uranio entraña la sobreexplotación masiva de la naturaleza y la contaminación radioactiva de las aguas subterráneas. El uranio también puede enriquecerse, lo que constituye un medio de producir material utilizable en armas nucleares. De hecho, no es posible separar el uso «civil» de la energía nuclear del militar. Incluso el funcionamiento normal de los reactores nucleares implica un estado permanente de riesgo a causa de la radiación de bajo nivel y el riesgo de contaminación de los ríos cuya agua se utiliza para enfriar.
Hay ejemplos repetidos de plantas de reprocesamiento que provocan contaminación radioactiva en grandes extensiones de tierra y de mar. Hasta la fecha, nadie ha sido capaz de resolver el problema de la gestión y almacenamiento de los residuos altamente radiactivos, que siguen aumentando y que seguirán emitiendo radiación al menos durante los próximos 10 000 años. Los 3 100 millones de euros que el séptimo programa marco de investigación ha destinado a la investigación nuclear (2007-2011) duplican la cantidad destinada por su predecesor. En lugar de invertir en tecnologías nucleares, la UE debería desarrollar formas de energía renovables. La única forma de garantizar la seguridad del suministro de energía a largo plazo es descentralizar el suministro de las fuentes de energía renovables.
Tobias Pflüger (GUE/NGL), por escrito. (DE) Es escandaloso que 20 años después del desastre de Chernóbil, dos tercios de los diputados sigan apoyando el uso de la energía nuclear votando a favor de la resolución sobre la Estrategia de Lisboa. La energía nuclear sigue siendo una tecnología de alto riesgo con consecuencias incalculables.
El aumento del uso de la energía nuclear viola los derechos fundamentales y agrava irreparablemente las condiciones de vida de las generaciones futuras. La extracción de uranio entraña la sobreexplotación masiva de la naturaleza y la contaminación radioactiva de las aguas subterráneas. El uranio también puede enriquecerse, lo que constituye un medio de producir material utilizable en armas nucleares. De hecho, no es posible separar el uso «civil» de la energía nuclear del militar. Incluso el funcionamiento normal de los reactores nucleares implica un estado permanente de riesgo a causa de la radiación de bajo nivel y el riesgo de contaminación de los ríos cuya agua se utiliza para enfriar.
Hay ejemplos repetidos de plantas de reprocesamiento que provocan contaminación radioactiva en grandes extensiones de tierra y de mar. Hasta la fecha, nadie ha sido capaz de resolver el problema de la gestión y almacenamiento de los residuos altamente radiactivos, que siguen aumentando y que seguirán emitiendo radiación al menos durante los próximos 10 000 años. Los 3 100 millones de euros que el séptimo programa marco de investigación ha destinado a la investigación nuclear (2007-2011) duplican la cantidad destinada por su predecesor. En lugar de invertir en tecnologías nucleares, la UE debería desarrollar formas de energía renovables. La única forma de garantizar la seguridad del suministro de energía a largo plazo es descentralizar el suministro de las fuentes de energía renovables.
Tobias Pflüger - 2006/07/10 14:43
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