Pflüger: "Los participantes en el Foro social mundial expresaron sus críticas y protestas no solamente contra la política de los Estados Unidos, sino también contra las políticas de la Comisión Europea y del Consejo Europeo."
Debates - Lunes 21 de febrero de 2005 - Tobias Pflüger
Foro social mundial, Foro económico mundial
Pflüger (GUE/NGL), en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Quiero empezar diciendo que estoy encantado de que se celebre este debate, ya que creo que lo necesitamos con urgencia. Aunque se han pronunciado muchas palabras vacías –en particular, por parte del señor Barroso–, hoy en día está de moda usar frases imponentes mientras se siguen aplicando las mismas políticas que antes. Este tipo de conducta es bastante típico del Foro económico mundial de Davos y, en realidad, la frase que utilizaría para describir este Foro la acuñó el conocido académico Elmar Altvater, que lo describió como un gran espectáculo y, por desgracia, muy improductivo.
No obstante, es interesante observar que se ha producido un cambio en la terminología empleada en el Foro y en las cuestiones que aborda. No es exagerado decir que son cada vez más los críticos del Foro económico mundial los que fijan su orden del día; estos críticos se reunieron en el Foro social mundial, donde 150 000 personas celebraron debates y protestaron contra las políticas neoliberales y neoimperialistas.
El movimiento del Foro social tiene una importancia crucial desde el punto de vista de oposición tanto a la mundialización como a la guerra. En el Foro social mundial se celebraron un gran número de debates muy pragmáticos sobre cuestiones que abarcaban desde los derechos humanos para todos –no solo para los ciudadanos de los países occidentales– hasta la protección de la propiedad pública, así como debates celebrados en protesta contra los recortes de los servicios sociales, en protesta contra la guerra, en protesta contra la deuda –con especial referencia a la cuestión de cuándo se cancelarán finalmente las deudas de los países afectados por el maremoto– y en protesta contra la pobreza. Las cuestiones medioambientales también figuraban de forma destacada en el orden del día y yo participé en un foro sobre el agua, por ejemplo.
Quiero dejar bien claro –y este es un punto que hay que subrayar– que los participantes en el Foro social mundial expresaron sus críticas y protestas no solamente contra la política de los Estados Unidos, sino también contra las políticas de la Comisión Europea y del Consejo Europeo. Al seguir el mismo camino que los Estados Unidos –o, en otras palabras, al dar los pasos equivocados–, la Unión Europea está perdiendo credibilidad en estos círculos. Los participantes del Foro social mundial no querían jugar al juego que vemos jugar una y otra vez al Consejo Europeo, la Comisión y a un gran número de disputados a esta Asamblea; mirando con recelo a los Estados Unidos mientras inflan el valor de sus propias políticas. ¿Puede algo en la línea de la Directiva Bolkestein ser una verdadera alternativa a las políticas estadounidenses? La respuesta ha de ser «no», ya que es un programa neoliberal. ¿Puede ser una auténtica alternativa consagrar, tal como se ha hecho en el Tratado Constitucional de la UE, un compromiso en torno al armamento o a una economía de mercado abierta con libre competencia? La respuesta también ha de ser «no».
Señor Barroso, ha dicho que la UE es un protagonista mundial, pero la cuestión fundamental que hay que formular es qué tipo de protagonista mundial es. Tiene que quedar claro que el libre comercio no es un método infalible para responder adecuadamente al tipo de políticas que se llevan a cabo actualmente. En vez de ello, hay que facilitar el alivio de la deuda; hay que alejarse de las políticas neoliberales y económicamente liberales, y todo el proceso no debe ir de la mano de la militarización de la Unión Europea.
Quiero concluir con una cita de una declaración adoptada en el Foro, que pide la retirada inmediata de las tropas de Iraq y expresa su apoyo a todos los esfuerzos por que regresen. «Apoyamos los esfuerzos por organizar a los soldados, objetores de conciencia y familias de militares contra la guerra. Apoyamos la campaña contra el reclutamiento y pedimos asilo político para los desertores.» El mensaje no puede ser más claro.
Foro social mundial, Foro económico mundial
Pflüger (GUE/NGL), en nombre del Grupo GUE/NGL. – (DE) Quiero empezar diciendo que estoy encantado de que se celebre este debate, ya que creo que lo necesitamos con urgencia. Aunque se han pronunciado muchas palabras vacías –en particular, por parte del señor Barroso–, hoy en día está de moda usar frases imponentes mientras se siguen aplicando las mismas políticas que antes. Este tipo de conducta es bastante típico del Foro económico mundial de Davos y, en realidad, la frase que utilizaría para describir este Foro la acuñó el conocido académico Elmar Altvater, que lo describió como un gran espectáculo y, por desgracia, muy improductivo.
No obstante, es interesante observar que se ha producido un cambio en la terminología empleada en el Foro y en las cuestiones que aborda. No es exagerado decir que son cada vez más los críticos del Foro económico mundial los que fijan su orden del día; estos críticos se reunieron en el Foro social mundial, donde 150 000 personas celebraron debates y protestaron contra las políticas neoliberales y neoimperialistas.
El movimiento del Foro social tiene una importancia crucial desde el punto de vista de oposición tanto a la mundialización como a la guerra. En el Foro social mundial se celebraron un gran número de debates muy pragmáticos sobre cuestiones que abarcaban desde los derechos humanos para todos –no solo para los ciudadanos de los países occidentales– hasta la protección de la propiedad pública, así como debates celebrados en protesta contra los recortes de los servicios sociales, en protesta contra la guerra, en protesta contra la deuda –con especial referencia a la cuestión de cuándo se cancelarán finalmente las deudas de los países afectados por el maremoto– y en protesta contra la pobreza. Las cuestiones medioambientales también figuraban de forma destacada en el orden del día y yo participé en un foro sobre el agua, por ejemplo.
Quiero dejar bien claro –y este es un punto que hay que subrayar– que los participantes en el Foro social mundial expresaron sus críticas y protestas no solamente contra la política de los Estados Unidos, sino también contra las políticas de la Comisión Europea y del Consejo Europeo. Al seguir el mismo camino que los Estados Unidos –o, en otras palabras, al dar los pasos equivocados–, la Unión Europea está perdiendo credibilidad en estos círculos. Los participantes del Foro social mundial no querían jugar al juego que vemos jugar una y otra vez al Consejo Europeo, la Comisión y a un gran número de disputados a esta Asamblea; mirando con recelo a los Estados Unidos mientras inflan el valor de sus propias políticas. ¿Puede algo en la línea de la Directiva Bolkestein ser una verdadera alternativa a las políticas estadounidenses? La respuesta ha de ser «no», ya que es un programa neoliberal. ¿Puede ser una auténtica alternativa consagrar, tal como se ha hecho en el Tratado Constitucional de la UE, un compromiso en torno al armamento o a una economía de mercado abierta con libre competencia? La respuesta también ha de ser «no».
Señor Barroso, ha dicho que la UE es un protagonista mundial, pero la cuestión fundamental que hay que formular es qué tipo de protagonista mundial es. Tiene que quedar claro que el libre comercio no es un método infalible para responder adecuadamente al tipo de políticas que se llevan a cabo actualmente. En vez de ello, hay que facilitar el alivio de la deuda; hay que alejarse de las políticas neoliberales y económicamente liberales, y todo el proceso no debe ir de la mano de la militarización de la Unión Europea.
Quiero concluir con una cita de una declaración adoptada en el Foro, que pide la retirada inmediata de las tropas de Iraq y expresa su apoyo a todos los esfuerzos por que regresen. «Apoyamos los esfuerzos por organizar a los soldados, objetores de conciencia y familias de militares contra la guerra. Apoyamos la campaña contra el reclutamiento y pedimos asilo político para los desertores.» El mensaje no puede ser más claro.
Tobias Pflüger - 2005/05/27 11:07
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